Cada
fin de semana acudo a mi cita con la Naturaleza. Mataró,
la ciudad en donde vivo, me brinda el gozo de mar y montaña, así que en otoño e
invierno me equipo con mi chándal y me dirijo al Parc Forestal, antaño un
bosque al que, de niño, iba a buscar setas con mi padre. Siempre nos deteníamos
en la “roca del bon dia”, con fuente incluida, como parada previa a adentrarnos
en sus frondosos pinares.
Caminar
por el denso bosque, bajando y subiendo sus estrechos caminos, superando las
irregularidades del terreno, respirando el oxígeno puro, sintiendo la frescor
de las plantas y sus fragancias, es el ejercicio natural más completo y sano
que podemos realizar. Es “el ejercicio” por excelencia del ser humano, pues éste
jamás se tenía que haber distanciado tanto de su hábitat natural y del contacto
directo con él.
Caminar
entre pinos es como una aromaterapia natural, con propiedades balsámicas
especialmente benefactoras para el
sistema respiratorio. El intenso, pero al mismo tiempo suave ejercicio que se
realiza al caminar por el bosque, pone en marcha no solamente la musculatura de
las piernas, sino que también trabajan las extremidades superiores, la zona
abdominal, los pulmones, el sistema cardiocirculatorio, con lo que se potencia
un mejor riego sanguíneo, una mejor respiración, la salud de los intestinos,
relaja, despeja las tensiones acumuladas y la mente, desintoxica y refuerza
nuestra energía, de forma que estaremos en mejores condiciones de afrontar la
semana que comienza.
Hubo
un momento en el que me llamó la atención las características del camino. Me
dio que pensar e hice una fotografía. Es un camino en el que emergen raíces de
los pinos, y en el que se vislumbra un claro con la luz del sol al final…
Las
raíces que sobresalen en el camino están unidas a los pinos y, aunque parezcan
troncos que no sirven para nada, la mayoría realizan su silenciosa e invisible
acción de transporte de los nutrientes de la tierra al árbol, para que éste
pueda vivir. Al caminar puedes tropezar con las raíces y caer, pero si te fijas
bien en dónde pones los pies, puedes aprovecharlas como si fueran escalones
naturales que te ayudarán a subir el camino más fácilmente. Esto es como en la
vida, que en nuestro camino vamos encontrando dificultades que debemos superar.
Podemos aprovechar la experiencia y el conocimiento que nos brinda el esfuerzo
de experiencias pasadas, de otras personas, de otras generaciones, de otras
culturas, para no caer por el camino y conseguir llegar a nuestra meta. O al
lugar en dónde brilla la luz del sol. Porque siempre hay una luz, un sol, que
nos espera. Y después de él habrá otro.
Cuando
caminamos por el bosque saludamos a todos los desconocidos con los que nos
cruzamos, a diferencia de cuando caminas por una ciudad en la que todos somos
desconocidos y todos nos ignoramos. Este detalle es importante también por el
plus de humanidad que puede aportar, equilibrando emocionalmente a la persona,
aparte de rebajar el estrés y la ansiedad. Incluso en personas con problemas de
fobia social, agorafobia u otras fobias, puede ser muy positivo caminar por el
bosque, siempre acompañadas de una persona de confianza que conozca el camino,
en un día despejado y soleado. Estupendo para la depresión.
También
en Mataró suelo ir a pasear por el Parc Vell, un viejo parque en el que
afortunadamente aún se conservan unos eucaliptos enormes. En la siguiente foto
se ve uno que mide más de 30
metros de altura, unos cuatro metros de diámetro, y con
más de 130 años.
Para
que podáis apreciar mejor su tamaño real, mirad esta otra fotografía en la que salgo
abrazado a la base del mismo. Es mucho más grande de los que parece en la primera fotografía.
Respirar
el aroma de los eucaliptos tiene también un marcado acento beneficioso para las
vías respiratorias. Sus hojas tienen propiedades desinflamantes,
antimicrobianas e hipoglucemiantes, aparte de ser útiles en afecciones
respiratorias. Además, si te abrazas al árbol o te apoyas en él durante al
menos diez minutos, sentirás su inmensa energía, te absorberá el exceso de
electricidad estática y energías negativas que puedas tener, al tiempo sus efectos vibracionales ayudarán a tu
regeneración celular, te fortalecerán y te harán sentir con mayor plenitud y
paz mental. Una experiencia muy recomendable.