sábado, 8 de agosto de 2015

EL CONCEPTO PAS (PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES): UNA LUZ EN LA OSCURIDAD



Los datos epidemiológicos que periódicamente proporciona la OMS respecto a los trastornos mentales se presentan sombríos. Muestran cómo desde hace tiempo éstos son la segunda causa de incapacitación social en el mundo desarrollado, cuya previsión para el año 2020 es que supongan el 15% de las incapacidades por enfermedad y accidente.  La depresión, por su parte, será la segunda causa de baja laboral en Europa en dicho año, mientras que en el 2030 llegará a la primera posición. El gasto farmacéutico y el coste laboral que suponen son de primer orden, aparte del inmenso sufrimiento que supone a personas y familias.


Pero a veces podemos ver algo de luz en la oscuridad. Cada vez hay más profesionales de la salud que ven los trastornos mentales y emocionales bajo una perspectiva biopsicosocial, distanciándose del enfoque biomédico que todo lo patologiza y todo lo medica. Dicha perspectiva enfatiza que además de causas biológicas, son muy importantes las psicológicas y las sociales, por lo que aboga por una mayor prevención y educación social, y no tanta medicación. Las investigaciones que se realizan respecto a las terapias psicologías están aportando también una clara evidencia de su eficacia, por lo que deberán ser cada vez más utilizadas si se quiere evitar que se cumplan los sombríos pronósticos de la OMS.


Como psicólogo y psicopatólogo he podido comprobar cómo la mayoría de trastornos mentales y emocionales son “constructos” que, más que responder a causas de orden orgánico, responden a problemas de desadaptación de la persona respecto a su entorno. Problemas que, por lo general, se forman durante la etapa de crecimiento de la persona, configurando unas creencias y unos pensamientos limitantes que marcarán su comportamiento futuro. La buena noticia es que cuando la persona comprende que la mayoría de sus inseguridades, miedos, fobias…, no son realmente “suyos”, sino “aprendidos”, se puede empezar a deconstruir y cambiar la situación, aumentando su autoconocimiento y despojándose gradualmente de lo que no es suyo, haciendo emerger su verdadera esencia y personalidad.


Pero hay más, en los últimos años ha aparecido un nuevo concepto que puede aportar más luz a millones de personas. Se trata de las personas altamente sensibles (PAS), highly sensitive person (HSP) en inglés.  Es un concepto aún poco conocido en España, pero libros como EL DON DE LA SENSIBILIDAD, de Elaine Aron, o LA ALTA SENSIBILIDAD, de Karina Zegers, han contribuido a que este concepto haya sido conocido por miles de personas. ¿De qué se trata? Se considera que entre un 15% y un 20% de la población tiene alta sensibilidad, o lo que es lo mismo, unas facultades sensoriales y cognitivas más desarrolladas, y en otros muchos casos una mayor sensibilidad emocional y espiritual. Son facultades que ya existen en la infancia, pero que por lo general no son adecuadamente apreciadas ni encuentran la forma de ser expresadas positiva y socialmente, lo que suele acarrear problemas de variada índole a la persona en las distintas etapas del ciclo vital, pudiendo incluso a desarrollar un importante sufrimiento y trastornos emocionales que pueden llegar a ser diagnosticados como patológicos, cuando en realidad todo parte del desconocimiento e incomprensión de esa singularidad individual.


El concepto de alta sensibilidad aporta luz a esas personas, y cuando toman consciencia de su verdadera condición, de sus capacidades, de sus límites, así como de los inconvenientes que conlleva su singularidad, y por lo tanto, de la causa real de sus problemas, se encuentran en el punto de partida ideal y necesario para poder cambiar y mejorar su situación. Ser sensible no ha de ser un problema ni una enfermedad, sino un don que hay que conocer y comprender.

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